Cuando grito se para el tiempo. Y ese grito parece eterno mientras tu mirada se clava en la mía. Y siento que he perdido. Y que también te he perdido a ti. Aunque sea por un momento. Aunque solo sea un poquito. Desconectamos.
-
-
LAS ÚLTIMAS VECES
Hablamos con frecuencia de lo felices que nos hacen las primeras veces de nuestros hijos. Las vivimos con una intensidad indescriptible. Nos marcan. Anotamos el día en que dicen su primera palabra. Nunca olvidaremos la primera vez que nos sonrieron y tenemos decenas de fotos del día en que dieron sus primeros pasos. Su primer paseo, el primer día de playa, su primer baño. Son cientos. Y nuestra memoria no nos falla recordando al milímetro cada una de ellas. Pero… ¿qué pasa con las últimas veces? Ésas que llegan sin avisar y de las que no eres consciente hasta que no pasa el tiempo.
-
MAMÁ, QUIERO VOLVER A SER UN BEBÉ
Me hace mucha gracia escuchar eso de que cuando éramos pequeños queríamos ser mayores y ahora que lo somos daríamos cualquier cosa por volver a ser pequeños. Siempre con nostalgia. Con cierta melancolía. Y es que, cuando eres una niña o un niño, quieres crecer porque todo el mundo te empuja a querer hacerlo.
-
MOMENTOS
Estoy convencida de que mi hija no recordará aquel pompero de La Patrulla Canina. Apenas me costó unos céntimos y acabó desparramo por el suelo minutos después de comprarlo. Pero seguro recordará los ratos de parque, haciendo pompas y corriendo como locas tras ellas. Probablemente no recordará a su muñeca Elsa, la que le trajo Papá Noel aquella Navidad. Era tan pequeña… pero seguro recordará cómo la peinábamos, le cambiábamos la ropa y la maquillábamos.
-
LA CRIANZA RESPETUOSA QUE NO RESPETA
Yo nunca elegí un método para criar a mi hija. Comencé haciéndolo lo mejor que pude y supe y fue al cabo del tiempo cuando descubrí que mi forma de educarla correspondería a lo que conocemos como crianza respetuosa. ¿Y en qué consiste? Básicamente trata de respetar los ritmos del niño o niña, atendiendo a sus necesidades, sin presionarles y con la empatía y la paciencia por bandera. Hace poco os contaba en un post cómo aplicaba yo esta crianza en el día a día.