Ya se va acercando el esperado momento y en solo unas semanitas mi bebé estará por fin en casa con todos nosotros.
Ahora estamos cuidando cada detalle con nuestra hija con respecto a lo que hablamos de su hermano, los comentarios que hacemos… Ella está acostumbrada a estar 24 horas con nosotros y queremos que no se sienta desplazada. Es para nosotros fundamental que entienda que sigue teniendo su sitio y que eso no va a cambiar aunque ahora haya que repartir las atenciones.
Y ayer precisamente, en la sala de espera del médico, presencié una conversación entre dos mamis que me dio que pensar…
Ambas tenían bebés recién nacidos e hijos un poquito más mayores y hablaban del momento en el que la familia va a conocer al bebé. Una mami comentaba que ella le había pedido a todo el mundo que no le llevaran regalos al mayor, que tenía que comprender que cuando no era su momento no lo era y que éste era el momento de su hermana. Que es como cuando es el cumple de uno de ellos: solo recibe regalos quien cumple años, no los dos. Y que si no, no se iba a acostumbrar nunca. De hecho, a algún familiar que le había llevado regalo al mayor le había pedido que lo guardara y no se lo diera.
Y yo sin embargo pienso todo lo contrario.
Creo que el momento de la llegada de un hermanito o hermanita es un momento delicado, un periodo altamente sensible para el/la mayor en el que debe asumir que tendrá que «compartir» a papá y mamá, los mismos que antes eran solo «suyos». Y creo que con el gesto de que le entreguen un detalle se sentirá menos apartada, menos fuera de lugar.
Ya cuando alguien me pregunta por el embarazo y habla del bebé, siempre suelo decir: «¿y has visto la camiseta tan bonita que lleva hoy mi niña?» O «¿y te has dado cuenta lo guapa que está hoy?» Y cosas por el estilo. Porque si no, las conversaciones con la gente son monotemáticas: el embarazo, cómo será el parto, lo bonito que es el nombre de Marcelo, etc. y muchas veces a mi niña ni caso, cuando antes eran todo miradas y atenciones para ella.
Me parece un cambio demasiado radical para una niña de dos años y medio.
Así que sí. Mi hija recibirá un súper regalo de parte de su hermano cuando nazca al igual que ella le hará un regalo a él. Y algunas cosillas tendré compradas para quien no le traiga nada a ella, aunque sean chorradas…
Ya tendrá tiempo de darse cuenta de que cada cual tiene su momento. Pero creo que intentar que se dé de bruces con esta realidad a esa edad y de forma tan brusca puede ser perjudicial para ella.
Espero no estar equivocándome…
Y vosotras, ¿qué opináis? ¿Os habéis encontrado en esta misma situación alguna vez?
9 Comments
Inma
Estoy deacuerdo contigo!!! Hay que hacerles participe, Yo a mi madre siempre le digo que al mayor le lleve algo….
Ana (AMApsicologia )
Me encantó el artículo!
Y estoy de acuerdo contigo, Cristina… Regalos para la hermanita mayor, también. Y por una razón muy sencilla… Se celebra, se le regala, porque al nacer el peque, ella se convierte en hermana mayor!
No sólo nace un hermanito: También nace una hermana mayor.
Y eso es motivo de celebración!
Y además, atención, abrazos y mimos, nunca jamás hacen daño a nadie… Qué tal un poco de eso, y de regalos, también para los papás y mamás, que también nacen a una nueva forma de maternidad? 😉
Abrazos!
Ana (AMApsicologia )♡
lucia
Yo soy mucho de término medio. Comparto que es un momento difícil, pero que cada visita que venga le traiga un regalo, me parece excesivo. En mi caso quise que la mayor conociera a la pequeña estando solamente los 4. Que fuera un momento lo más íntimo posible sin abuelos o visitas por medio. Cuando llegó a ver al bebé se encontró un regalito en la cuna. Le dijimos que se lo traía su hermana pequeña y se puso súper contenta. Era un juego pequñito de discriminación visual. Ni mega regalos ni mogollón. Con eso fue más que suficiente.
Y por otro lado también hay que saber dedicarle un tiempo exclusivo a los mayores para hacer cosas especiales. Lo agradecen y facilita mucho las cosas.
Yo puedo decir que soy una de las afortunadas que tiene a la mayor totalmente enamorada de la pequeña 🙂
Graciela
Me parece que el momento de presentar a la guagua (bebé) a su hermana o hermano mayor, debe ser muy íntimo. La idea es celebrar el nacimiento y la hermandad, la compañía y el cuidado que pueden darse entre hermanos y padres. Quizás es mejor, ante un regalo material, darle un espacio de importancia al hermano mayor. Tiempo a solas con los padres, cuando se pueda e integrarlo a las actividades con la guagua. Hacerlo lo más natural posible. A mi punto de vista y experiencia, lo material pasa, mientras que los recuerdos y sensaciones de integridad son lo que prevalen en el tiempo.
Mamacuchufleta
El otro día me comentaban a mí que era muy positivo que vivieran la llegada de un hermano como un «regalo», una amiga mía le dejó a su hija mayor un regalo a los pies de la cuna de la bebé y dice que fue increíble su reacción. Es cierto que la gente en general se olvida de que hay «otro» peque rondando. No me parece mala idea hacerles algún regalo a ellos, eslo que dices, es un cambio radical y tendrán que compartir a sus padres día a día, así que paso a paso.
Madre Superada
En nuestro caso cuando Erik vino al hospital a conocer a su hermanita, esta lo esperaba con un regalito en la cuna…como si lo hubiera traído ella. Era un juguete pequeño de Dora Exploradora. Él, por su parte le llevó un dibujo a su hermana para darle la bienvenida.
La familia hizo lo que quiso. Algunos (los menos) trajeron algo para él…. Pero la mayoría sólo a ella. Y no pasó nada. Él lo llevó muy bien…. Puesto que con los juguetitos de su hermana…también podía jugar él y enseñárselos a ella…como hermano mayor.
Creo que lo mejor es observar y conocer a nuestros hijos y actuar en consecuencia.
Un post interesante. Un abrazo
Eva
Al igual que el resto de mamás que han escrito, cuando llegó mi segunda hija y posteriormente cuando nació el tercero, quisimos que ese momento de encuentro fuera en la intimidad. Sin abuelos ni tíos ni nadie… En ocasiones y con buena intención, algunos mayores hacen comentarios tan fuera de lugar!!
Además de buscar la intimidad para esos momentos, los recién llegados tenían en la cunita preparado un juguete (un detalle, nada exagerado,) para el hermanito o hermanitos. Lo justo para colaborar en que esa llegada fuera aún más relajada para ellos.
Hablamos de niños pequeños y de una situación extraña e incluso difícil para ellos, celos o temor a sentirse desplazados y menos protagonistas… Hay que tener mano izquierda y eso no tiene porqué sentar un precedente necesariamente. Es un día único y luego tenemos toda la vida por delante para que se acostumbren a compartir o ceder sitio a los hermanos.
Patricia Hernandez
Me ha encantado el post por que estaba ya dudando si hacerle regalos a lo dos es la mejor manera de celebrar el cumpleaños numero 1 de mi bebe y es que mi nena es un bebe de 2 años y medio se llevan muy poco, me parece brusco que solo el reciba regalos y ella no, y con la idea de que ya habra tiempo para que aprendab que cada uno puede terner su momento con eso me quedo son muy pequeños. Gracias
AdoroSerMama
Hola Patricia,
La verdad es que me parece que esos pequeños detalles marcan. Hay gente que es partidaria de separar desde el minuto 1 las dos celebraciones. Pero si yo tengo un detalle con cualquier persona querida en cualquier momento, ¿por qué no tener un detalle con mi hija mayor? celebrando la vida de su hermano, celebrando que es su primer año de hermana mayor.. no tiene por qué ser un regalazo. No hablo de gastar un dineral. Simplemente un detalle. Habrá tiempo de sobra de que cada uno tenga sus regalos en sus cumpleaños. De hecho, en el cumple de mi hija (cuando cumplió 4) le compramos también un detallito al peque que tenía en ese momento un añito y poco. Un beso fuerte y muchísimas gracias por tu comentario!