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ALERGIAS ALIMENTARIAS EN EL COLEGIO

Hace unos días leía en twitter a una mamá que explicaba que en clase de su hijo había un peque APLV (es decir, alérgico a la proteína de leche de vaca) y pedía ideas para la merienda que tenía que echarle ya que el cole había establecido como norma que no se podían llevar lácteos. Y es que las alergias alimentarias en el colegio están a la orden del día. De hecho, hice una encuesta en instagram y un 63% de las personas que participaron aseguran que hay compañeros o compañeras en la clase de sus hijos e hijas que tienen algún tipo de alergia alimentaria.

Como la mayoría sabéis, mi hija fue diagnosticada con esta alergia dos días después de cumplir 3 años. Solo llevaba mes y medio asistiendo al cole.

Fue un jarro de agua fría porque no teníamos ni idea de que las alergias alimentarias provocaran brotes respiratorios y que ésa era la causa de tantos meses enfermando. Además no sabíamos cómo afrontarlo ni qué precauciones tomar más allá de las escasas indicaciones de la pediatra mientras esperábamos que llegara la cita con el alergólogo.

Tuvimos que recurrir a alergólogos privados para agilizar y exprimir nuestra lógica para solicitar así una serie de medidas que se acogieron por parte del centro educativo. Una de ellas era precisamente no llevar lácteos a clase (leche, batidos, zumos con leche, yogures, queso y mantequilla básicamente) y por lo tanto modificar el menú semanal del desayuno que se hacía a media mañana.

Pensé en escribir este post para todas las mamás y todos los papás que vais a convivir de alguna forma con alergias alimentarias debido a que algún compañero o alguna compañera de clase de vuestros hijos son alérgicos.

 

¿QUÉ HAY QUE TENER EN CUENTA A LA HORA DE ESTABLECER UN PROTOCOLO Y DE LLEVAR COMIDA A CLASE?

 

EL TIPO DE ALERGIA Y OTROS FACTORES

Hay personas que son alérgicas a un alimento por ingesta (es decir, si se lo comen) pero también pueden serlo por contacto o por inhalación.

Además, las reacciones pueden ser muy diferentes: urticaria, brotes respiratorios (bronquitis, laringitis…), diarrea, dolores de barriga, vómitos… llegando en algunos casos al shock anafiláctico (un tipo de reacción alérgica que puede resultar mortal).

El tipo de alergia condicionará muy mucho el protocolo a seguir por parte del colegio pero también hay que tener en cuenta otros factores ya no médicos si no de puro sentido común.

Por ejemplo, la edad. No es lo mismo un niño al que se le diagnostica la alergia a los seis años que a los tres recién entrado al colegio. ¿Por qué?

Obviamente a los seis años la capacidad que tiene el niño para comprender lo que está sucediendo es mucho mayor. Probablemente sea mucho más consciente de las consecuencias de comer o tocar un alimento que no sea el suyo propio. Son más responsables. Por lo tanto, en muchos casos (y teniendo siempre en cuenta el tipo de alergia) no es necesario activar un protocolo especial ya que el niño se adapta perfectamente a su nueva situación.

Igualmente no es lo mismo una niña diagnosticada a los tres años que a los cuatro meses. Estar tres años comiendo absolutamente de todo, sin restricciones y sin ningún tipo de control en cuanto a composición ni alérgenos a no poder comer nada que no venga de mamá o de papá es un cambio muy brusco que a algunos les cuesta un poco más de tiempo asimilar.

Los protocolos pueden desactivarse pasado un tiempo de adaptación si el niño o la niña ya tuvieran la suficiente madurez y responsabilidad y siempre que el hecho de que entren en contacto con el alimento no suponga un riesgo grave para su salud.

 

¿QUÉ SON LAS TRAZAS?

Si en la etiqueta de un caja de galletas leemos que contiene o puede contener trazas de leche nos está indicando que contiene o que puede contener (respectivamente) leche en cantidades muy pequeñas. Esto puede ser, por ejemplo, debido a que se hayan envasado en un lugar donde se envasen otros alimentos que sí contengan leche o que de alguna forma hayan podido entrar en contacto con ese ingrediente.

Hay personas alérgicas que toleran las trazas pero otras no. A no ser que se haya hecho la prueba ensayo-error creo que no hay ninguna forma de averiguar si una persona alérgica tolera o no trazas del alimento al que le tiene alergia.

Los fabricantes digamos que se curan en salud. Aunque tengan estrictos controles de calidad y limpieza, nadie puede garantizar al cien por cien que una minúscula parte no haya quedado «contamina» del alérgeno si allí se trabaja con otros productos que lo contienen. Y para algunas personas puede ser el desencadenante de un brote. Por eso, aunque no contengan trazas de forma segura, si cabe la más mínima posibilidad de que hayan entrado en contacto con algún alimento o lugar donde haya habido leche, por ejemplo, incluyen en la etiqueta la frase «puede contener trazas de».

 

OJO CON EL ETIQUETADO DE LOS ALIMENTOS

La regulación del etiquetado de los alimentos deja muchísimo que desear. Son de obligada declaración los alérgenos principales: cereales con gluten, crustáceos, huevo, pescado, cacahuetes, soja, leche, frutos de cáscara (almendras, avellanas, nueces, anacardos…), apio, mostaza, sésamo, moluscos, altramuces y sulfitos.

Pero no están obligados a declarar las trazas. Queda a criterio de la propia marca o empresa incluir o no esa información.

Esto provoca que las personas con alergias alimentarias vivan, sobre todo al principio, un auténtico caos para encontrar alimentos aptos para su consumo. Probablemente lo que comían hasta ahora ya no puedan hacerlo y a eso hay que sumarse que no se pueden fiar del etiquetado de todos los productos ya que algunas marcas no ofrecen toda la información.

El primer día que hicimos la compra tras descubrir las alergias de mi hija pasamos horas en el supermercado. No pudimos comprarlo todo así que terminamos acostumbrándonos a hacer la compra en tres establecimientos diferentes.

Además nunca se puede bajar la guardia. Un día compras un paquete de patatas fritas que es apto para alérgicos al huevo, te confías y no vuelves a revisar el etiquetado nunca más. ¿Para qué? Si es el mismo paquete siempre… Resulta que a los seis meses cambian de proveedor y el nuevo las fríe en el mismo aceite en el que fríe otro tipo de patatas que sí llevan huevo. Si eres alérgico al huevo… ¡¡vas a tener un problema!!

Tenemos que estar revisando el etiquetado en cada compra.

 

¿Y DÓNDE PUEDO COMPRAR ALIMENTOS APTOS?

Os voy a recomendar algunas marcas que sí remiten a etiquetado. Esto quiere decir que puedes confiar en lo que aparece en la etiqueta porque resaltan los alérgenos principales (a veces en mayúscula o en negrita) y además indican la presencia de trazas.

Ojo, eso sí, con la ubicación del etiquetado de las trazas. Mi hija tuvo un brote en Nochebuena de 2016 a causa de unos panecillos que etiquetaban trazas y eran de una marca de confianza pero el recuadro con la información no estaba junto a los ingredientes sino en una esquina. Al no ver nada referente a las trazas junto a los ingredientes pensé que eran aptos y no, no lo eran.

Ahora lo recuerdo con cierta calma pero durante meses me sentí muy culpable por no haber revisado correctamente cada centímetro de la caja y por las navidades que pasó ese año tan malita.

Bueno, a lo que iba, que me voy del tema. Son tantas cosas…

Para mí, la marca principal y en la que basábamos el grueso de la compra era HACENDADO. Sinceramente siempre compramos en Mercadona y fue un alivio descubrir que su marca blanca tenía un etiquetado tan claro y transparente. Etiquetan trazas y suelen estar bastante visibles.

Hay otros establecimientos cuyas marcas blancas son de confianza como es el caso de EROSKI o de la línea SPECIAL LINE de EL CORTE INGLÉS.

Esto no quiere decir que todo lo que se vende en esos supermercados remiten a etiquetado. Os hablo de la marca blanca. Osea, que podéis fiaros de la información que da el etiquetado de esa marca concreta pero eso no quiere decir que todo lo de esa marca sea apto.

Espero haberme explicado correctamente. De todas formas estoy a vuestra disposición tanto aquí como en redes sociales para cualquier cosa en la que pueda ayudaros.

 

SI HAY PEQUES CON ALERGIAS ALIMENTARIAS EN EL COLEGIO O EN LA CLASE DE VUESTROS HIJOS E HIJAS…

En Noviembre de 2016 le diagnosticaron a Alessandra alergia a la leche y al huevo. En Marzo de 2017 se sumaron otras 7 alergias alimentarias y a Marcelo le diagnosticaron esta primavera alergia al huevo.

Imaginad que dos años llevamos y lo complicado que ha sido este camino.

Los consejos que puedo daros, sobre todo como madre, son los siguientes:

EMPATÍA POR BANDERA. Hacia esos peques y hacia sus familias. Pensad que vuestros hijos y vuestras hijas pueden comer de todo y ellos o ellas NO. Por lo tanto ese yogur, esa tortita o esas galletas que tanto les gustan pueden tomarlas en casa tranquilamente para desayunar o para merendar y no pasa absolutamente nada.

¿Acaso es más importante que tu hijo se tome un yogur a las once y media de la mañana que la salud de otro niño?

LO QUE SE TOMA EN EL COLE ES UN PICOTEO. No se nos puede olvidar. Ni van a enfermar ni les va a pasar nada por cambiar lo que suelen llevar por otro alimento.

NO CRITIQUES POR FAVOR. Entiendo perfectamente que tu hijo o tu hija pueda tener dificultades para comer y apenas le gusten dos o tres cosas. Te garantizo que nadie mejor que una madre con hijos con alergias alimentarias para entenderte. Pero estoy convencida de que con un poquito de esfuerzo se puede encontrar algo entre las opciones que hay que pueda gustarle y que no suponga un riesgo para la salud de su compañero o compañera.

Si además te quejas delante de tu hijo de la situación o del protocolo del colegio (que SIEMPRE está aprobado por médicos, que no se te olvide), provocas un sentimiento de rechazo en él hacia el niño o la niña alérgica.

¿Sabías que los peques con alergias alimentarias tienen muchas más probabilidades de sufrir bullying? No lo potencies.

COLABORA. Si hay un protocolo establecido por el colegio y revisado y aprobado por lo tanto por especialistas y médicos, no hay más que hablar. No pasa nada si ahora en los cumples en clase hay que llevar gusanitos de tal marca en lugar de tal otra. ¿Acaso eso es un problema? O si se suspende este año la actividad de cocina que se hace todos los años. ¿Tan grave es? Mucho mejor eso que excluir a un niño, que aunque no sea tu hijo o hija es UNA PERSONA igualmente con DERECHOS, obligándole o bien a no ir a clase los días en los que hay alguna actividad especial o a ver cómo los demás disfrutan mientras él mira.

No se trata de tenerle entre algodones. Se trata de comprender que hablamos de niños y de niñas y de que ellos y ellas NO HAN ELEGIDO SER ALÉRGICOS al igual que no se elige ser diabético, por ejemplo. Con facilitarle un poquitín su vida en el cole y no ponerle en peligro ni hacer que se sienta mal es más que suficiente.

 

IDEAS PARA LLEVAR AL COLE

Según las alergias que tenga el compañero o compañera de clase, aquí van algunas ideas para el desayuno el cole de vuestros peques:

FRUTA. Nunca falla. Bien sola, bien en forma de macedonia.

SANDWICHES O BOCADILLOS. Normalmente el pan de supermercado lleva leche. Hay muchísimas panaderías que no usan leche para ablandar el pan. Es cuestión de preguntar en la panadería en la que compras normalmente. En cuanto a los embutidos, hay muchos que llevan leche y soja pero otros no. Por ejemplo, nosotros compramos la mortadela de pavo de mercadona que no lleva leche y está súper buena.

Hay también patés libres de alérgenos para untar en el pan.

YOGURES. De soja y de avena. Están súper buenos y es una alternativa estupenda a los yogures de leche.

BATIDOS. ¿Habéis probado los batidos de soja de chocolate y de vainilla? ¡¡¡Buenísimos!!!

GALLETAS CASERAS. No sé si soléis hacerlas pero de ser así, podéis aprovechar y echarle algunas para el cole.

OTRAS IDEAS. En Mercadona compro unas tortas de aceite artesanales (Carmen Lupiáñez) que están exquisitas. Son aptas para alérgicos al huevo, a la soja o a la leche. No aptas para alérgicos al trigo o a los frutos secos.

Si a tu peque le gustan los cereales, también los hay muy buenos en supermercados como Aldi. Cereales ecológicos, saludables y aptos.

 

Bueno, espero que este extenso post os haya servido de ayuda.

Si has llegado hasta aquí… ¡GRACIAS! Porque eso significa que eres una mujer empática, que te preocupas de verdad por la salud de los compañeros o compañeras de tus peques, que lejos de poner problemas lo que quieres es ayudar.

Porque es difícil encontrarte con algo así sin esperarlo y enfrentarte a la incomprensión de otras madres que te señalan con el dedo y te acusan a ti de no tener empatía con los demás. Porque claro, no se va a dejar de hacer una actividad solo por un niño ¿no?

Es como decidir no ir de excursión a una piscina porque hay un compañero en silla de ruedas en clase.

La pregunta es, ¿qué queremos enseñarle a nuestros hijos?

Yo lo tengo claro.

Solidaridad. Compañerismo. Respeto. Empatía.

Pero no se lo quiero enseñar a través de cuentos, ni de charlas ni de libros.

Si no a través del ejemplo.

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5 Comments

  • Lai - asi piensa una mama

    muy buen post. Mi hija es alérgica…pero no sabemos a qué. No tiene una alergia aguda y por tanto, los síntomas se presentan por acumulación de alimentos que le sientan mal. Eso nos hace muy dificil la dieta, y ella ha terminado por no querer comer casi de nada, pero evitarse los cólicos y demás molestias que la han acompañado desde que dejó la lactancia.
    En el colegio no hay ningun protocolo especial, es ella que debe rechazar los alimentos que sabemos que no puede comer.

  • Mis chic@s y yo

    Completísimo el post!! En mi caso mis hijos no han sufrido problemas de alergias alimentarias ni de otro tipo. Pero veo muy lógico que si en clase hay niños alérgicos se tomen medidas para evitar que consuman, inhalen o toquen algo que les pueda sentar mal. He descubierto muchas cosas nuevas leyéndote. Y me apunto algunos de los alimentos que propones en tu lista. A mí de peque la leche me sentaba malisimamente, así como el Cacaolat pero nunca me lo miraron. Ahora no tomo leche, ni yogur líquido, ni batidos de cacao con leche.

  • Ana

    Que completo, me ha encantado el post!Me parece muy bien que los colegios tengan un control en este tema que puede resultar muy peligroso para algunos peques. Mis hijos no tienen alergias y tampoco han coincidido con compis, pero la info está genial para saber más y más!

  • Casandra Patiño

    En casa soy yo la de las alergias (y doy gracias todos los días porque ella no las haya heredado, al menos de momento porque a mi me dieron la cara a los 20 años) y si me es díficil que lo entienda la suegra y que lo respeten en los resturantes… con un niño ya es una pesadilla. Y no solo por la falta de comprensión, formación y empatía del entorno, sino porque con esas edad no son conscientes de lo peligroso que es probar solo cualquier cosa, incluso aunque no sea un alimento… Mucho animo guapa!

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